Coaching emocional

“Muchas personas se pierden pequeñas alegrías mientras esperan la gran felicidad” (Pearl S. Buck)

El coaching emocional es un proceso dirigido a la consecución de objetivos emocionales, ya sean vinculados a uno mismo (objetivos intrapersonales) como con la relación con los demás (objetivos interpersonales), y al conocimiento de uno mismo.

Con el conocimiento de uno mismo, se consigue liderar las propias emociones, es decir, la gestión emocional positiva propia, para así, poder construir una vida más valiosa y ser la persona que se desea.

El coaching emocional no tiene nada que ver con la psicoterapia, aunque las dos especialidades comparten la misma finalidad (que la persona viva una vida mejor), y la misma metodología de trabajo (reflexión, auto-cuestionarse, pasar a la acción y volver a aprender nuevos hábitos).

Una persona decide iniciar un proceso de coaching emocional porque quiere desarrollarse como persona, quiere entenderse y realizar las cosas de forma más sencilla. De esta forma, el coaching recibe a la persona desde su presente y lo enfoca y lo impulsa hacia el futuro.

A través del mentoring (explicación sobre conceptos de inteligencia emocional), y las dinámicas de PNL (programación neurolingüística), el cliente realiza un trabajo personal de conocimiento (cómo piensa, cómo siente sus emociones, cómo se relaciona con los demás, cuáles son sus valores y creencias), y se convierte en su propio líder para alcanzar la excelencia como persona.