Aprendiendo a amar(III) – Cuando sufrimos por amor

Siguiendo con la representación de los perfiles de carácter a los que hacíamos referencia en el artículo anterior, hemos de definir el comportamiento de éstos ante una nueva variable de sufrimiento amoroso, “cuando ya no te quieren y sigues queriendo…”. A priori, este supuesto caso, es el que provoca una mayor ansiedad y dolor emocional; todo nos parece terrible, un desmoronamiento interno nos invade y a nada de lo que ocurre a nuestro alrededor le encontramos el menor sentido. Todas estas emociones no dependen de la gravedad de la crisis, su grado de intensidad depende en gran medida de la habilidad en gestionarlas, del grado de madurez personal y de la actuación de la pareja al comunicarnos su decisión. ¿cuál es la reacción de cada uno de los perfiles ante el abandono amoroso?

El perfil maduro, intentará recapacitar sobre las causas que han empujado a su pareja a tomar la decisión. Gestionará los sentimientos exacerbados en pro del diálogo y el entendimiento y meditará acerca de su parte de responsabilidad en las causas de la ruptura. Aprovechará la auto-crítica y los supuestos errores para mejorar sus posibilidades de conseguir un éxito sentimental.

El perfil inmaduro, alternará conductas de rechazo y desesperación con otras actitudes dirigidas a recuperar a su pareja. Su grado de frustración es bajo, así como su umbral de dolor, por lo que el sufrimiento amoroso será intenso y lo expresará con conductas hostiles y destructivas hacia sí mismo/a y hacía el otro/a. Todo esto provocará un daño en su autoestima tan grande que intentará recomponerla buscando rápidamente otra pareja.

El perfil reprimido, reaccionará autoinculpándose de la ruptura, considerándose el/la única culpable de la crisis de pareja. Aceptará la decisión del otro/a y se encerrará en su mundo interno, idealizando al ser amado y evitando cualquier implicación amorosa nueva.

El perfil neurótico, tiene la habilidad de hacer sufrir y sufrir tremendamente. Su capacidad de pasar del amor al odio es muy veloz, y ante el rechazo suele actuar con deseos de venganza. Puede actuar de forma violenta, con episodios de agresión física y verbal; acostumbra a utilizar la manipulación psicológica, culpabilizando a la pareja del fracaso y minando su autoestima, con el único fin de evitar el abandono. Son los perfiles que más se oponen a una separación.

Estos serían, a grandes rasgos, el comportamiento de los perfiles cuando sufren el rechazo o ruptura amorosa. Ante todo recordar que hablamos de tipos de conducta según el perfil característico de la persona, pero sólo como referencia; los humanos somos mucho más que un simple listado de tendencias, somos un todo, y como tal, nuestras posibilidades de cambio y de conducta pueden ser variables e infinitas.