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TODOS SON CORRUPTOS…, MENOS YO!

Hartitos estamos de leer y ver en medios de comunicación la corrupción y estafas protagonizadas por políticos de primera y segunda fila, burgueses, familiares de sangre azul y algún que otro espabilado que se ha subido al carro. Lo que está claro es que pocos o ninguno de ellos los veremos en la cárcel, puesto que ya han pactado sobornos con jueces y magistrados que también están metidos en el ajo (uissssss, presuntamente).

Ahora nos sorprende y nos indigna, pero esto ha pasado, pasa y pasará siempre. Cualquier mindundi que se dedique a la política, tenga un cargo de poder en una empresa, gestione una ONG o una asociación de mutilados, pasando por el encargado de un supermercado, la coordinadora de los taquilleros del metro, la supervisora de la supervisora de la tienda de ropa de moda, el manager process development (o sea, el técnico de turno), el mánager del famosillo, la chivata del famosillo, la peluquera de la cadena de televisión de moda, etc, etc….. si carecen de escrúpulos, huelen la oportunidad, tienen ciertas habilidades sociales, no les importa desacreditar al rival, mienten sin levantar la ceja porque su único objetivo es trepar en la empresa aún metiendo la paja en el ojo ajeno, también son un@s estafador@s. Eso sí, sobretodo, lo importante es que no te pillen.

Nos guste o no,  vivimos en una sociedad, que forma parte de un país que jamás ha destacado por su capacidad de trabajo, sino más bien, como un país del cuento de la estampita, de chufla y pandereta, de vividores del cuento flamenco, fiesta y sol.  Vivimos en un país fracasado, tocado y hundido. Cómo si se tratara de un barco, dónde desde el capitán, pasando por los marineros y acabando por el grumete, han ido robando las provisiones pensando únicamente en el “yo” y dejando de lado la mentalidad del colectivo, del “ganas tu-gano yo“.
Y con todo esto, ¿qué quiero decir?, pues que queremos creer que los culpables de la crisis son únicamente los políticos, pero a veces, tenemos amnesia de pequeñas cosas que suceden a nuestro alrededor, y que también han ayudado a que el barco se vaya hundiendo.
A ver si nos suena esto : el que está cobrando el paro y trabaja en negro, la señora que limpia en tu casa y no le das de alta en la seguridad social; la profesora o profesor que pide la baja por depresión y aprovecha para hacer un viaje a los Fiordos Noruegos mientras cobra mensualmente; la que se pega un talegazo por la calle y declara bajo juramento y con dos testigos que ha sufrido lesiones psicológicas graves (fáciles de fingir) para cobrar del seguro; los que se compraron un piso dando la mitad del mismo en dinero B (o en sobres);  la vecinita de turno que obtiene una plaza para su hijo en la guardería pública porque es autónoma y en su declaración de renda consta el mínimo de ingresos, y tu (que te han dado por saco) la ves conduciendo su BMW X6; la funcionaria pública que cobra un plus de comedor y se lleva el tupper, eso sin tener en cuenta el material de escritorio que va birlando cada semanita (¿sabes lo que te ahorras mangando paquetes de folios de 500 hojas o la tinta de impresora?, total pagan tooodos los ciudadanos…); el que enchufa al hermano, sobrino, hijo, amigo del hijo, novio, novia aunque no tenga los requisitos necesarios para ese puesto de trabajo, pero, eso sí, cobrando “pluses” que tu jamás verías…..
En fin, casos como estos y muchos más todos conocemos, y te guste o no,  también han ayudado, con el tiempo, a integrar la corrupción de “estar por casa” en nuestra cultura, llegándose a considerar una cosa normal.
Pues así nos brilla el pelo…….
Virginia Picó

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