Coaching de Pareja,  Coaching emocional,  Coaching Personal

Insatisfechos crónicos

Todos creemos que sabemos qué queremos para ser felices y nos movemos por la vida deseando; así nuestras actitudes y comportamientos se basan en conseguir, tener, acumular y, dependiendo de la experiencia y los resultados, determinamos si gozamos de bienestar o malestar, o, dicho de otro modo, si nos consideramos felices o no. La denominada cultura del consumo, basada en el sistema capitalista actual, nos empuja a competir para conseguir el supuesto y mayor estado de confort y placer.

Esta disputa continua de abastecernos de estímulos externos que nos llenen nuestro vacío interno se convierte, una vez más, en un despropósito. Porque el ser humano actual con el pretexto de intentar ser feliz, no vive, sino que sobrevive; y sinceramente, aún vivimos bastantes años, teniendo en cuenta como nos vamos auto-aniquilando poco a poco con actitudes como el victimismo, inseguridad, desconfianza, angustia, ansiedad y impaciencia. Todas estas conductas negativas las vivimos diariamente de forma espontánea y normal, sin tan solo darnos cuenta de lo perjudicial que es para nuestra salud física y emocional. Al igual que tomamos los muchos complementos vitamínicos anunciados por las grandes empresas protectoras de la salud (por supuesto que el sistema capitalista no tiene nada que ver……!!!), ¿por qué somos incapaces de aprender a gestionarnos mejor?, ¿por qué rechazamos, a priori, metodologías naturales que nos pueden ayudar?. Somos impacientes. Queremos tener para satisfacer nuestro interior inconsciente, un interior que vive en el limbo de la ignorancia, puesto que no nos atrevemos a rescatarlo para ver cuántas vergüenzas propias nos cuenta.

Y, por supuesto, que ninguno de nosotros/as elegimos adoptar la actitud de la impaciencia, ya que surge espontáneamente, pero ¿por qué no nos esforzamos más en comprender que las circunstancias que provocan esta impaciencia no son reales? Eres tú el que haces una lectura de esa realidad y compruebas que no se ajusta a tus planes, que te molesta, que te sobra, que quieres que desaparezca…. (qué lento/a que es! cómo puede ser que no me coja el teléfono?, esto es urgente -lo quiero para ya!!-). Cualquiera de estas frases forman parte de un contexto de tu realidad, de unos sucesos no deseados que te perturban pero que no dependen de ti, y como ves que no puedes hacer nada para cambiarlos, adoptas el rol de víctima y te irrumpe la incapacidad, la ira y la queja continua (todo y todos tienen la culpa de tus circunstancias).

La creencia o patrón de pensamiento limitante que nos condiciona nos hace creer que cuando me impaciento es porque hay algo en el momento presente que no me gusta, y creo que estoy perdiendo el tiempo, ya que, lo que estoy viviendo ahora no me proporciona bienestar y debo encontrarlo en otro lugar. Por lo tanto tengo prisa!!

Si tu bienestar o felicidad dependen de todo lo que quieres que te ocurra (expectativa), lo que quieres tener (para sentirte aceptado) y lo que quieres sentir (para evitar dolor), ya te aseguro que jamás lo serás!. Si eres de los que funcionas con esta creencia limitante te aconsejo que revises tu interior, porque es evidente que no te sientes bien contigo mismo/a.  Cuando el bienestar interno existe, eres capaz de escoger qué actitud tomar en cada circunstancia, aceptar que lo que te sucede no siempre depende de ti, pero que si puedes elegir cómo reaccionas ante esa realidad.

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *